Todos contra Erwin Puts.

Nota: si has llegado aquí a través algún foro en el que se me critique explícitamente de forma personal y profesional, deberías LEER ESTO.

Pocos habrá que no conozcan, a estas alturas, a Erwin Puts. Internacionalmente famoso por publicaciones como «Leica Lens Compendium» y por sus artículos técnicos de gran calidad, es un perfecto conocedor del mundo Leica y también un gran amante del mismo. En su propia web declara, de hecho, que su cámara favorita es una M7, aunque posee una Canon F1 y una EOS 33. Puts también reconoce que cuando utiliza la Canon continua enfocando a mano y que aún dispara, si lo hace por diversión, con negativos de blanco y negro, además de elegir, como no podía ser de otra forma, los papeles de revelado con todo cuidado y seleccionar minuciosamente las pequeñas compañías encargadas de positivar sus trabajos.

A día de hoy, la página de Puts es un referente para todos los aficionados a Leica y a la fotografía en general y diariamente la visitan miles de personas. Sus comentarios y opiniones, por otra parte, se discuten habitualmente en los foros especializados, ya que muchos usuarios consideran sus trabajos auténticas fuentes de referencia en materia fotográfica, habida cuenta del nivel de exigencia de Erwin. Es fácil suponer, pues, que el señor Puts eligiera hace años una Leica como su cámara favorita debido a la legendaria calidad de los cuerpos y ópticas creados por el fabricante alemán.

Sin embargo, con la reciente salida de la nueva Leica M8 parece que algo ha cambiado. Por ejemplo, leo en la prueba de Puts (actualmente castrada por motivos de fuerza mayor) que encuentra varias características desagradables en la nueva máquina, a saber:

* La duración de la batería se le antoja bastante pobre, tan sólo permite hacer unos 300 disparos frente a los 800 o 600 de la Canon EOS 5D. Cosa mala, sobre todo teniendo en cuenta que la M8 es una máquina telemétrica, sin espejo, pero bueno, se puede explicar, ya que después de todo posee un sensor cercano al de los respaldos digitales y éstos no están diseñados para consumir precisamente poco.

* La ráfaga de la M8 resulta algo ridícula, ya que tan sólo puede tomar 10 fotos en formato DNG a razón de dos capturas por segundo. Por si eso fuera poco, tarda un minuto en grabar todas las imágenes si su buffer se llena, lo que resulta, a ciencia cierta, algo lento. En cualquier caso, personalmente creo que se puede vivir con el tema e incluso que no es importante, ya que después de todo, siendo la M8 una máquina de enfoque manual y filosofía un tanto especial, la ráfaga quizá no tenga tanto sentido como pudiera en un principio parecer.

* Con la M8, según Puts, se pierde el «feeling» que existía al usar la M7, que permitía disparar exactamente cuando nosotros lo deseábamos. Al parecer, el nuevo obturador, cuyo accionamiento deja de ser totalmente mecánico, no responde como el anterior. Puts dice que cuando se pulsa el disparador de la M8 el aparato duda, hay unos instantes de indecisión antes de que se tome la fotografía, lo que en cierta medida resiente esa especie de comunicación hombre-cámara que estaba presente al utilizar la M7. Puts, de hecho, ni siquiera quiere referirse al tema como un inconveniente, y, muy prudentemente, achaca el hecho a que la cámara posee «su propia personalidad», y bueno, las personalidades o gustan o no gustan, aunque yo encuentro esto más grave que la lentitud de grabación de los DNGs, por ejemplo.

* La M8 tampoco parece resultar muy precisa a la hora de encuadrar las fotografías. Según Puts, lo que se ve a través del visor no es precisamente lo que se recoge posteriormente cuando se graba el DNG o el JPG de turno, o al menos, no exclusivamente, porque en la fotografía final aparecen elementos que, en principio, debieran quedar fuera de los márgenes de la misma. En cualquier caso, Erwin reconoce que si nos acercamos a un metro y medio o menos de nuestro motivo de interés la cosa mejora bastante. Algo es algo. Por si fuera poco, el visor flarea.

Total, que al final de su análisis, Erwin viene a decir que sólo recomienda el nuevo juguete a aquellos que ya posean un sistema M de Leica, para que puedan seguir utilizando sus objetivos de toda la vida. Aún así, no niega que existan aspectos positivos, claro está… el principal y más llamativo, la excepcional calidad de construcción de la pequeña M8.

Así las cosas, el panorama no parece muy halagüeño para la recién nacida M, sobre todo teniendo en cuenta su precio (más de 4000 euros), pero como apunta el propio probador, todo esto podría disculparse si la calidad de imagen de la nueva Leica fuera tan excepcional como la de su cuerpo. Con esto presente, Puts tomó una de las mejores cámaras de Canon, la EOS 5D, para compararla con la M8 (y aquí voy a reconocer que hizo un verdadero alarde de buena voluntad pero también creo que un disparate, porque yo la habría comparado, y en un futuro, de hecho, la compararé, con una 400D, aunque su sensor y fotocaptores sean más pequeños. Me parece mucho más justo). Los resultados no fueron demasiado buenos, no sólo porque la Canon mostraba menos ruido a ISO 3200 que la Leica a ISO 1250, sino porque la 5D, aún utilizando lentes bastante peores que las montadas en la M8, resolvió más detalle que esta última (en algún lado tenían que estar los 3 megapíxeles extra) y encima no presentó problemas de color al reproducir ciertas tramas que sí surgieron utilizando la M8. Honestamente, también tengo que reconocer que la prueba no estaba hecha como yo opino que deberían compararse los dos sistemas, así que las conclusiones de Puts las tomo «con pinzas», excepto en lo que respecta al ruido, ya que no creo que en este tema vaya a haber demasiadas sorpresas. En cualquier caso, ya no se puede consultar esta información ya que, tras un breve lapso de tiempo en la red, las imágenes correspondientes a la comparación entre ambas cámaras desaparecieron.

Sin embargo, el objeto de este artículo no es, en última instancia, ni criticar el análisis de Puts ni sacar a la luz los problemas y virtudes de la M8, ya que para analizarla haremos en Caborian una review detallada (incluso prometo, esta vez, ser más tolerante en aspectos como la duración de la batería, el escaso buffer, la lentitud de grabación de los DNGs, etc., en pro de valorar, casi exclusivamente, la calidad de imagen y la filosofía del producto). Lo que me ha llamado la atención han sido los comentarios y alusiones personales que Erwin recibió a raíz de su prueba en el Leica Camera Users Forum. Hay casi de todo, desde los que dicen que Puts se ha vuelto viejo y ya no puede enfocar bien, hasta los que apuntan que se ha vendido a Canon. Por el medio, están los que cuestionan los métodos de Puts a la hora de realizar sus pruebas; los que simplemente se ríen de él sin argumentar absolutamente nada; los que dicen que ya no es capaz de brindar una opinión objetiva; los que postulan que sus artículos ahora van dirigidos a una audiencia subnormal incapaz de tener criterio propio… finalmente, aun tenemos aquellos que comentan que Puts no debería subir a su web imágenes realizadas con una cámara que aún no posee el firmware definitivo y menos si son fruto de una prueba realizada en discutibles condiciones. Estos últimos son los únicos que, probablemente, tienen razón.

En fin, lo realmente curioso del asunto, a parte del feroz sentimiento proselitista Leiquero que se respira en los foros de la compañía, es la escasa o nula memoria colectiva del 99% de los posteantes. Puts, que antes era amigo, ha pasado a ser enemigo. Puts ahora es Canonero, o Canonista, pero en cualquier caso un vendido y un traidor. Nadie se paró a pensar que, dada su experiencia en el mundo Leica y su amor por la compañía alemana sus opiniones podían estar más o menos fundadas; nadie se cuestionó siquiera que la M8 pudiera ser, al final, un producto deficiente y sobrepreciado; nadie reconoció que quizá la marca esté metiendo la pata hasta el fondo, como puede indicar, de hecho, que el año pasado la amenaza de quiebra absoluta aleteara sobre ella. En lugar de permitir, siquiera, un margen para la duda, la gente optó por insultar a Puts gratuitamente e intentar hacerle caer en el descrédito fácil y chabacano. Bonito gesto hacia Erwin, que ya ni siquiera puede expresar sus propias opiniones con libertad. ¿En qué especie de mundo vivimos?, ¿cómo se puede caer tan bajo y agraviar a una persona tan sólo porque piensa que determinada cámara puede no estar a la altura?, y ojo, porque nada de esto tiene que ver con la corrección o incorrección de su prueba.

Nunca conoceré, y voy a decirlo una vez más, la razón que lleva a gran número de personas a defender una marca como si la hubieran parido, a anteponer la defensa de un producto a su propia dignidad personal y a la del trabajo de los demás, a no reconocer que quizá (y digo quizá) estemos en tiempo de cambio, a no admitir que puede ser el momento de que alguien tome el relevo. Supongo que simplemente es triste presenciar el claro hundimiento de un gigante de otros tiempos, de un mito, quizá por culpa de su propia terquedad y anclaje en el pasado, quizá porque sigue pretendiendo montar motores de última generación en coches que ya no son de esta época. Y que nadie se engañe: una de las grandes bazas de la M8, a día de hoy, debería ser su calidad de imagen y, o mucho me equivoco, o nos vamos a encontrar con lo mismo que vimos analizando el DMR (aunque en teoría, la cosa debería cambiar). De todos modos, el tema no me preocupa, ya estoy plenamente preparado para los insultos, llevo haciéndome al hecho una buena temporada. De hecho, tengo curiosidad por ver qué pasará cuando al final de nuestra propia prueba en Caborian pongamos los archivos RAW de la M8 y los de la 400D a disposición del que quiera descargarlos, aunque ya lo sé: si la M8 es la ganadora, se dirá que por fin hemos logrado hacer un análisis objetivo; si gana la 400D será o porque no sabemos enfocar, o porque Canon nos paga, o porque no hemos valorado bien el producto, o porque somos, sencillamente, unos puercos.

Este es el mundo que nos ha tocado vivir, señores, sean bienvenidos los espíritus objetivos y, el resto, vayanse a la mierda.